Las carteras de cuero son un clásico que nunca pasa de moda. Elegantes, resistentes y únicas: cada pieza tiene su propia textura y personalidad.
Para mantenerlas suaves, brillantes y con buena forma, hay algunos cuidados simples que hacen la diferencia.

💧 1. Limpieza suave y sin agua en exceso

El cuero no necesita grandes limpiezas.
Usá un paño apenas húmedo o una gamuza seca para sacar el polvo o pequeñas manchas.
Si necesitás una limpieza más profunda, usá productos especiales para cuero (nunca jabón ni alcohol).

👉 Tip DeZeta: pasales un paño limpio cada vez que cambies de cartera. Es un hábito que las mantiene radiantes.


☀️ 2. Protegelas del sol y la humedad

El cuero es un material natural que puede resecarse con el sol o mancharse con la humedad.
Guardá tus carteras lejos de fuentes de calor y, si se mojan, secalas con un paño sin frotar.


👝 3. Guardalas con cuidado

Cuando no la uses, rellenala con papel o una toalla suave para conservar la forma.
Guardala en una funda de tela o friselina, nunca de plástico.
Así evitás que se deforme o que el cuero “transpire”.


🧴 4. Hidratalas cada tanto

El cuero necesita hidratación, igual que la piel.
Usá una crema o bálsamo específico para cuero, aplicando una pequeña cantidad con un paño suave.
Esto mantiene su flexibilidad y evita grietas.


✨ 5. Usá tus carteras con amor y rotalas

Alternar los modelos no solo te permite variar tus looks, también ayuda a que cada cartera tenga su descanso.